Creo que lo más bonito es tener la oportunidad de ser siempre una aprendiz en un mundo lleno de objetivos y sueños que cumplir.
Cristina Cruz comenzó el Grado de Pedagogía en 2012, a lo largo de ese tiempo compatibilizó sus estudios con otros contratos de formación en la universidad como apoyo técnico e informativo. Tras ello, estudió el Máster de Profesorado de la UGR, el cual le permitió tener acceso a un doctorado. Actualmente tiene un contrato predoctoral FPU en el departamento de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Granada.
¿Qué te llevo a decidir hacer un doctorado?
Hacer el doctorado fue una ilusión que tuve incluso en el inicio de mi experiencia universitaria. Estudiar Pedagogía me apasionaba, nunca lo vi como un deber, si no un querer. Aprendí mucho de grandes profesores que despertaron en mí aún más la vocación por la educación. Todo esto es importante para tomar la decisión. La elección de mi tema de tesis también tuvo que ver bastante con esta trayectoria académica. Me fascinaba Margaret Mead, los estudios etnográficos, de género y el ámbito de psicología educativa y de la educación. Hacer mi tesis sobre la construcción identitaria de liderazgo en directoras escolares me parece un reto para adentrarnos en los entresijos y barreras invisibles que las mujeres tenemos aún en la actualidad para acceder a puestos de responsabilidad, en una sociedad que desgraciadamente une el poder estructural/organizacional con la figura masculina.
Háblanos un poco sobre ¿qué requisitos tiene de acceso?
Los requisitos principales de acceso al doctorado en Granada son tener el Grado y Máster universitario, o un título universitario oficial que haya obtenido la correspondencia al nivel 3 del Marco Español de Cualificaciones para la Educación Superior (MECES 3). Hay plazas limitadas por lo cual, es importante contar con una media alta en las calificaciones.
¿Cuáles son tus funciones como doctorando?
Como doctoranda, mis funciones principales son la investigación y formación en competencias estipuladas en el programa de Doctorado de Ciencias de la Educación. Es decir, como doctoranda debo de aprender más sobre el mundo de la investigación y el conocimiento. A la vez tengo que desarrollar competencias investigadoras que me permitan tener una base sólida para poder iniciarme en este mundo. Como contratada FPU, también tengo la oportunidad de dar clase en los Grados de Educación Infantil, Primaria, Pedagogía o Educación Social. Eso, a la vez de algo fascinante, también requiere una gran responsabilidad y esfuerzo. Para mí fue un reto, pero a la vez un motivo más para demostrarme a mi misma que ser profesora de universidad es aquello a lo que quiero dedicarme el resto de mi vida.
Este año como nos comentas, te han asignado créditos como docente, ¿cómo fue la experiencia en tus primeras clases?
Como explicaba, fue un reto. Concretamente este es mi tercer año, pero siempre lo experimento como el inicio de un nuevo aprendizaje. A lo largo de estos tres años, he tenido la oportunidad de impartir los seminarios de asignaturas muy interesantes. Este año concretamente, he impartido los seminarios de la asignatura de Educación para la Igualdad y la Diversidad. Realmente me parece una asignatura preciosa y con muchas oportunidades para innovar y reflexionar a cerca de temáticas de género y equidad. Sin duda, los proyectos de los alumnos es la parte más gratificante. Han sido estupendos y muy originales y con un claro mensaje de lucha contra las injusticias sociales que aún acontecen en España y otros puntos geográficos internacionales.
En estos momentos de confinamiento que estamos viviendo, ¿cómo ha afectado a tu situación laboral? ¿has podido continuar con la docencia?
Esta situación ha cambiado las estructuras por las que nos movíamos en el tema de investigación y docencia. Sin embargo, ante adversidades lo mejor es optar por soluciones útiles. En el tema de docencia, hemos hecho una gran labor para adaptar nuestro trabajo a la modalidad online. Me encanta la presencialidad de la docencia, pero es cierto que debemos de verle también el lado positivo a un escenario online, más aún en tiempos que quizás requieran de ello. En el escenario de investigación, también hemos tenido que innovar y adaptarnos al nuevo escenario. De hecho, mi equipo y yo estamos abriendo nuevos campos y formándonos en investigaciones que se basan en fuentes, plataformas y recursos online.
A nuestros lectores les interesa las salidas profesionales, ¿nos podrías comentar qué opciones de contratación hay una vez terminado el doctorado?
Bueno, hablar de esto es algo ambiguo. Cada cual tiene luego distintas circunstancias que le hacen escoger diferentes vías o trayectorias profesionales. Considero que el doctorado más que una salida a un trabajo profesional debe ser o considerarse como una meta/proyecto vocacional. Es cierto que ser doctor te habilita para ser profesor de universidad, pero también creo que el doctorado en sí es una etapa muy constructiva que debe de ir más allá de conseguir un puesto o plaza de profesor. Para mí, es un aprendizaje vital que te hace especializarte en un tema que te apasiona.
Me gustaría que nos comentaras ¿qué es lo más bonito de tu profesión?
Es una muy buena pregunta. No sabría decirte exactamente algo concreto. Lo único que puede decir a esto, es que desde que conseguí mi contrato me siento una persona feliz y completa. Supongo que trabajar en algo que te apasiona siempre aporta felicidad. Si tuviera que concretar más, creo que lo más bonito es tener la oportunidad de ser siempre una aprendiz en un mundo lleno de objetivos y sueños que cumplir.
¿Qué consejos darías a una persona que desee realizar un doctorado?
Mi principal consejo, que disfrute. Que se olvide de competencias o presiones. Es cierto que el mundo de la universidad es competitivo y exigente, pero creo que cuando haces las cosas con ilusión y pasión, lo demás viene solo. Es muy importante que el tema de tesis sea elegido por ti, ya que probablemente serán años duros en los que si no te sientes motivado por aprender, podría convertirse en una pesadilla.
Entre las diversas críticas que se le hacen a los centros educativos, una de las principales es la no ofrecer una educación adaptada a las demandas la sociedad actual, ¿opinas que la educación superior debe también actualizarse?
Claro que sí. Todo puede mejorarse y por supuesto la educación y el sistema en general necesita esa actualización. Es importante una conexión entre el mundo real y el currículum escolar. También entre la universidad y la sociedad en la que vivimos. Creo que esa es una de las direcciones que debemos de considerar. El COVID 19, por ejemplo, ha puesto en relieve la importancia de formarnos en nuevas tecnologías. Pues creo que de aquí en adelante, eso es algo que debemos de considerar.